miércoles, 19 de febrero de 2014

LOS FILTROS DE PARTÍCULAS EN VEHÍCULOS DIÉSEL


Las Normas Anticontaminación hacen necesario que los vehículos cada vez contaminen menos. Los motores Diésel emiten partículas de hollín que son el resultado de una mala combustión del gasóleo. La emisión de hollín es uno de los problemas más graves en motores Diésel, por lo que se hace necesario reducir o eliminar su emisión.
En la actualidad los motores ya emiten mucha menos cantidad de partículas, pero así y todo el número es muy alto y los vehículos no cumplen con las Normas, por lo que se recurre a recoger estas partículas y después tratarlas para no tirarlas a la atmósfera. Todo este trabajo de recogida y tratamiento se realiza en el propio vehículo y más concretamente en los filtros de partículas. Los filtros de partículas son los encargados de acumular el hollín y después la unidad de control de motor se encargará de destruir. ¿Pero cuando sabe la unidad que tiene que destruir?, pues existen unos sensores de presión a la entrada y a la salida del filtro de partículas que van comprobando el nivel de taponamiento y cuando llega a un nivel determinado se encarga de subir la temperatura del escape a más de 500º C y se queman las partículas.
¿Cómo se consigue la temperatura?, pues existen dos maneras de conseguir la generación o el quemado del hollín. El primero es situar el filtro de partículas cerca del escape y de esta manera se mantiene el hollín bastante caliente y en un momento dado se inyecta un poco de gasóleo y la temperatura de ignición es tan alta que quema las partículas. El segundo método empleado en motores con el filtro lejos del escape, resultado de lo cual el hollín está muy frio y no alcanza los 500ºC mínimos. A este sistema se le inyecta un aditivo al hollín para que a menos temperatura alcance antes el punto de ignición, del orden de 1 litro de aditivo cada 2800 litros de gasóleo.

Fuente: Cesvimap e internet.
Autor: Alumnos y profesores del PQPI de carrocería del IES Cotes Baixes